22/10/2015

Cómo hacer compatibles marketing y salud

Lograr hacer compatibles marketing y salud es una cuestión a la que no he parado de darle vueltas desde el mismo momento en que comencé a desarrollar proyectos sanitarios en la Red.

Pronto fui consciente de que para intentar atraer clientes en el ámbito sanitario no se podían aplicar buena parte de las técnicas y estrategias que habitualmente se utilizan en otros sectores. O que al menos, en caso de utilizarlas, sería conveniente hacerlo de una forma muy concreta, considerando en todo momento que por medio estaba algo tan serio como la salud de las personas.

¿Es posible hacer compatibles marketing y salud?

No es lo mismo promocionar un hotel o una empresa que vende perfumes, que promocionar a un profesional sanitario y sus correspondientes servicios. Es cierto que de un modo u otro estamos hablando de marketing, y es inevitable que haya algunos elementos comunes; pero encuentro grandes diferencias.

Vivimos en una sociedad donde la publicidad y el marketing nos martillean de forma continua. Es habitual que se juegue, o se intente jugar, con las emociones de las personas y se busque generar necesidades donde no las hay. Casi todo vale con el objetivo de vender.

Pero cuando hablamos de salud y marketing hay que ser muy cuidadosos. Desde mi punto de vista, el profesional sanitario no debería ir mucho más allá de tener -y mostrar- una gran empatía y explicar todo con la mayor claridad posible (en qué consiste la enfermedad y cómo evoluciona, los tratamientos, los síntomas; las posibles consecuencias, beneficios y riesgos de cada tratamiento, las efectos emocionales de la enfermedad, los consejos para hacerle frente, etc.).

Realmente pienso que así debe ser por cuestiones éticas y morales, pero a su vez he podido comprobar que esta estrategia funciona muy bien para atraer nuevos pacientes y fidelizar a los que ya lo son.

También es cierto que, por ejemplo, no es lo mismo tratar de conseguir pacientes con problemas coronarios que personas que desean hacerse un implante capilar. En el primer caso hablamos de un claro problema de salud y en el segundo puede haber muchos matices, pues querer tener más pelo (si no hay una enfermedad que lo cause) puede ser un simple deseo estético, pero a su vez también hay que tener en cuenta que hay personas que sufren problemas emocionales por la calvicie.

Por tanto, a la hora de desarrollar un proyecto sanitario en la Red, más allá de que haya que tener en cuenta la legislación para hacer publicidad en salud, creo que no hay que olvidar que al otro lado de la pantalla es probable que haya personas con problemas y que en cualquier caso estamos hablando de actuar, de una forma más o menos directa, en el cuerpo de las mismas.

Propuesta concreta para hacer compatibles marketing y salud

A continuación me gustaría ser un poco más concreto y explicarte cómo creo que conviene aplicar todo lo que te acabo de contar en el prototípico proyecto de salud en Internet que cuenta con un sitio web, un blog integrado dentro de esa web y diferentes redes sociales en las que se publican contenidos buscando lograr una mayor difusión.

Sitio web sanitario

A nivel de sitio web, cuando se informa sobre los servicios ofrecidos,  entiendo que hay que explicar con mucha claridad en qué consisten las principales patologías o problemas que trata el profesional sanitario, sus posibles tratamientos, los beneficios y riesgos de tratarse, etc. Y por supuesto, creo hay que hacer saber al lector, paciente o posible cliente, que el profesional de la salud es consciente de cómo puede sentirse una persona, a nivel físico y emocional, en las distintas fases de cada problema o enfermedad.

Blog de salud

A la hora de elaborar artículos para el blog de un sitio web sanitario, considero que hay que seguir teniendo en cuenta los mismos criterios que hemos visto para presentar los servicios y a su vez aprovechar la flexibilidad de este formato para ser mucho más concretos y conectar con los lectores.

Conviene no olvidar que suelen generar una mayor confianza aquellos profesionales de la salud que explican las cosas aportando su propio punto de vista y demuestran que entienden cómo puede sentirse una persona – y sus familiares- ante una determinada enfermedad . Así, en caso de que algunas de esas personas necesiten finalmente asistencia sanitaria, es muy probable que consideren acudir a esos profesionales que previamente les han generado confianza.

Hay miles de sitios web de salud, pero creo que desde el punto de vista de un paciente nada se puede comparar a la posibilidad de contar con un profesional sanitario que, más allá de su consulta, sigue ofreciendo buenos consejos y claras explicaciones; aportando, sin dejar de ser riguroso, su visión personal y demostrando que sabe perfectamente por lo que puede estar pasando la persona que tiene los problemas de los que está hablando.

Redes Sociales para la salud

Y en la misma línea entiendo que se debe plantear una estrategia de Redes Sociales para la salud. Sin renunciar a las increíbles posibilidades que estos servicios ofrecen a nivel de marketing y publicidad, creo que, desde un punto de vista de promoción sanitaria, es fundamental darle prioridad a la línea de compartir contenidos que aporten información valiosa y ayuden a los lectores a superar o sobrellevar los problemas que puedan tener.

Marketing sanitario ético y efectivo

De esta forma pienso que es posible hacer compatibles marketing y salud. El profesional sanitario crea contenidos que ayudan a lectores; esto facilita que dichos lectores confíen y conozca más al profesional; y todo lo anterior aumenta las posibilidades de que esos lectores terminen acudiendo a ese profesional, convirtiéndose así en pacientes.

Evidentemente, un plan global de marketing y comunicación en salud tiene más cosas que las que te propongo en este artículo. Pero a la hora de desarrollar un proyecto sanitario en la Red, creo que hay que tener muy en cuenta la estrategia que acabo de señalar, pues combina la necesaria eficacia que requiere toda acción de marketing con el enfoque ético que requiere una oferta de servicios de salud.

¿Desarrollarías tu proyecto web sanitario aplicando la fórmula propuesta en el artículo?

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